Cómo comprar inteligentemente
Todos nosotros, excepto unos pocos, usamos dinero para comprar lo que necesitamos en este mundo. Compramos en varios lugares. A veces estamos satisfechos con lo que compramos. A veces, aunque no obtenemos el valor de nuestro dinero y nos sentimos estafados. Para evitar ser engañados tenemos que saber gastar sabiamente.
Gastar sabiamente significa no malgastar nuestro dinero en cosas inútiles. Tenemos que tener cuidado con lo que compramos. Aunque no podemos estar seguros de que lo que compramos realmente valga la pena, podemos reducir al mínimo el riesgo de comprar bienes dañados. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo hacerlo.
Es una buena práctica verificar primero el precio de los bienes. Las tiendas están obligadas por ley a mostrar etiquetas de precios en todos los artículos. Deben evitarse los artículos que no tengan una etiqueta de precio sospechosa. También es mejor si comparamos los precios de los bienes en varios lugares. Puede que nos sorprenda la diferencia de precio. El dinero ahorrado en encontrar la mejor oferta por lo general vale la pena el tiempo invertido en ello.
A continuación, se debe comprobar la fecha de caducidad de los productos perecederos. No se pueden comprar artículos sin fecha de caducidad o artículos caducados. Sería una tontería comprar una lata de atún barata a un precio mucho más bajo solo para descubrir que el contenido no es comestible cuando la abrimos.
Se debe comprobar el estado del artículo que queremos comprar. Por ejemplo, las latas deben revisarse en busca de abolladuras y oxidación. Si las latas muestran estos signos, entonces no deben comprarse. A menudo, el contenido de la lata tampoco es satisfactorio. Las verduras y la carne deben revisarse para ver si están frescas. No se deje engañar por el atractivo empaque. Mire el artículo usted mismo y asegúrese de que valga la pena.
Cuando compre algo que deba pesarse, es una buena idea presenciar la báscula usted mismo. También asegúrese de que la aguja marque cero cuando no haya nada en la balanza. Es demasiado fácil ser considerado corto.
Al pagar artículos en el mostrador, es una buena práctica asegurarse de que el precio se ingrese o escanee correctamente. Guarde el recibo en caso de que quiera devolver o cambiar algo. Calcula el cambio después de pagar lo que compraste. Hay muchos comerciantes sin escrúpulos que defraudan a los clientes.
Al final solo nos queda comprar lo que necesitamos. A menudo nos dejamos influenciar por atractivos trucos de venta y compramos cosas que nunca usamos. Esto es simplemente una pérdida de dinero. También los artículos perecederos perecerán si se almacenan durante demasiado tiempo. Es mejor comprar uno nuevo que tirar uno viejo e inútil. De esta manera gastamos sabiamente nuestro dinero duramente ganado y no lo desperdiciamos.