Rituales y rutinas que ayudan al duelo
Los rituales y las rutinas tienen un fuerte efecto sobre cómo nos sentimos cuando estamos de luto por la muerte de un ser querido. De hecho, los rituales y las rutinas diarias informales son fundamentales para la calidad de vida que experimenta una persona. Y no necesitas muchos de ellos para alegrar un día determinado. ¿Eres consciente de lo que haces todos los días que se repite el día anterior, cómo moldea tu actitud y qué inicia esa respuesta particular de rutina? Después de unos días o incluso semanas, dependiendo de las circunstancias y creencias del individuo, es hora de aceptar las nuevas condiciones a las que se enfrenta la vida. Nuevos rituales y rutinas son la respuesta.
La rutina se considera un curso o procedimiento normal que se sigue. Los rituales generalmente se consideran ceremonias espirituales o religiosas de varios tipos y pueden ser de naturaleza formal o informal. Ya sean espirituales o seculares, las actividades diarias pueden ser planificadas y realizadas por cualquier doliente con intenciones específicas en mente. Aquí hay algunos que han ayudado a muchas personas en duelo a adaptarse a la vida sin la presencia física de sus seres queridos.
1. Comience por evaluar su rutina diaria actual y cómo le afecta física o emocionalmente, o ambas cosas. Por ejemplo, ¿está comiendo más alimentos para el estado de ánimo (que generalmente son alimentos procesados proinflamatorios) o bebe más café o alcohol de lo habitual? ¿Repite comportamientos como si su ser querido todavía estuviera físicamente presente y le doliera? En pocas palabras: ¿sus rutinas y rituales perjudican o ayudan a su capacidad de adaptarse a la nueva normalidad?
2. Fuera de la rutina. El aislamiento excesivo es una causa importante de sufrimiento innecesario, especialmente si tiene mucho tiempo no programado. Asegúrese de salir de su casa todos los días para ir a algún lugar donde esté rodeado de otras personas y hable con ellas. No tienen que ser mejores amigos. Aquí están las posibilidades a considerar. En lugar de tomar café en casa todas las mañanas, comience a ir a la cafetería local, a la gasolinera, a la cadena de supermercados o al restaurante. Ser una persona normal. Hable con la persona detrás del mostrador. O su parada podría ser en la biblioteca. Tal vez su viaje podría incluir escaparates. Considere encontrar un grupo productivo para unirse, uno que funcione para usted.
3. La rutina de la naturaleza. La naturaleza puede tener un efecto relajante o calmante físicamente. Encuentre un lugar que le guste visitar y que esté lleno de belleza natural. Ponte en ese entorno y concéntrate en los árboles, los pájaros y los sonidos naturales. El olor del aire salado o el sabor del viento. Si hay un parque cerca de tu casa, considéralo como uno de tus destinos para crear una nueva rutina. Si vives cerca de un cuerpo de agua, ve a la playa como parte de tu exploración de la naturaleza.
4. Rutina de ejercicios. Las personas en duelo necesitan especialmente una salida física para toda la ansiedad que se acumula todos los días al pensar en un ser querido. Tu cuerpo presta atención a cada palabra que te dices a ti mismo y cada vez que te entretienes. La tristeza y la soledad crean ansiedad que aumenta la tensión en los músculos. La necesidad de una salida física para la estimulación emocional es fundamental. Inicie una rutina de caminata. Puede incluir oraciones caminando. Se ha dicho que la oración es un ejercicio para el alma. Algunos de los dolientes con los que he trabajado se han unido a la YMCA o al gimnasio local. Estira tus músculos regularmente a través del Yoga o la relajación progresiva.
5. Ritual de acción de gracias. Centrarse en la gratitud puede tener un gran impacto en su vida interior. Algunas personas mantienen una lista de gratitud y al final de cada día escriben por lo que están agradecidos ese día. Otros caen de rodillas por la noche oa primera hora de la mañana y están agradecidos por lo que todavía tienen. Otros comienzan el ritual de hablar con los seres queridos fallecidos. Sé especialmente agradecido por aquellos que te escuchan y están dispuestos a estar cerca de tu dolor. Como nos recuerda Paul Tillich, «El primer deber del amor es escuchar». Considere sus observaciones al recordar a aquellos que escuchan y no tratan de guiarlo hacia su agenda de duelo.
6. Ritual del bien. Llegar a los demás es más fácil de lo que piensas. Hay varios momentos durante el día en que vemos a amigos o extraños en los que se puede ofrecer un gesto amable. Un simple «gracias» es un acto de amor. A menudo se olvida el poder y el impacto de dar y recibir amor. Abrir una puerta para alguien, llevar un carrito de compras a la tienda para una persona mayor, decirle a alguien que estás pensando en ellos (y que los amas) incluso cuando estás triste, o donar a alguien que lo necesita desesperadamente son ejemplos de simples expresiones de bondad. Piensa en tu nivel actual de amabilidad y en lo que puedes hacer para mejorar tu amabilidad.
7. Ritual o rutina matutina. Como comienzas tu dia? ¿Tienes algo planeado o eres un doliente reactivo que simplemente acepta lo que se te pasa por la cabeza? Obtenga un salto en su día al tener una rutina o un ritual planeado con anticipación. Podría ser un gran paso adelante. Piense en lo que puede hacer para comenzar inmediatamente su día de una manera que aumente su autoestima. Encuentre algo que pueda hacer a primera hora de la mañana, ya sea llamar a alguien, hacer la tarea o leer un párrafo edificante o una cita inspiradora.
En conclusión, cabe recordar que una de las tareas del duelo es la creación de una nueva rutina. Todo lo que hacemos con nuestros seres queridos ahora es muy diferente sin él. El duelo es transformador. Utilice los cambios necesarios como estímulo para crear una rutina útil. Hay muchos rituales y rutinas para elegir según sus intereses y sistemas de creencias que pueden ayudarlo a ingresar a su nueva vida. Esté abierto a cosas nuevas y opte por reforzar las rutinas y rituales existentes que son útiles o comience otros nuevos.